CAPITULO #3
Continuamos con nuestras consultas de seguimiento con el médico ginecólogo obstetra, confiando era suficiente para asegurar los cuidados durante el embarazo. Todo lucía bien, en medidas, peso y según lo que nos indicaba el médico. Hoy sabemos que no fue así, que fueron muchas omisiones las que se presentaron en nuestro camino y que como papás primerizos lamentablemente no pudimos identificar oportunamente, simplemente confiamos en el médico como especialista del tema.
Aunque todo parecía marchar bien, hubo un punto clave en el embarazo donde se debieron prender las alertas. No por lo que ocurrió, sino por lo que no ocurrió. La semana 12 del embarazo es una de las más críticas para detectar condiciones congénitas, y sin embargo, nuestra experiencia fue limitada a dos estudios básicos: la translucencia nucal y el chequeo del tabique nasal realizados por un médico ginecólogo obstetra y no por un médico materno fetal que es la practica hoy en día.
Ambos salieron normales. El médico nos dijo que nuestro bebé estaba sano, y nosotros — primerizos, confiados y sin razón para dudar— creímos en esa tranquilidad. Lo que no sabíamos es que habían otros estudios que debieron haberse realizado en ese momento, y que probablemente hubieran cambiado el rumbo de nuestra historia.

Hay tres estudios fundamentales que deben sumarse a los 2 anteriores que le realizaron a baby jose que fueron translucencia nucal y chequeo de tabique nasal para completar el tamizaje del primer trimestre:
- Flujo tricuspídeo: Este estudio evalúa si existe regurgitación (flujo anormal) en la válvula tricúspide del corazón fetal. Un hallazgo alterado puede indicar defectos cardíacos estructurales.
- Evaluación del ductus venoso: Esta vena es crucial en la circulación fetal. En nuestro caso, tres de las venas pulmonares de nuestro hijo se conectaron erróneamente a ella —una pista que, de haberse analizado, podría haber anticipado el diagnóstico de DVPAT.
- Doppler de arterias uterinas: Ayuda a evaluar el flujo sanguíneo hacia la placenta y puede revelar riesgos de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.
Ninguno de estos 3 ultimos estudios fue sugerido por nuestro ginecólogo. No fuimos referidos a un especialista en medicina materno-fetal, ni informados sobre su importancia. Como padres primerizos, confiamos plenamente en el criterio del profesional que nos acompañaba. Y como suele suceder, lo que no se busca, no se encuentra. La información es poder.
Hoy entendemos que esa omisión fue determinante. De haberse detectado a tiempo la anomalía cardíaca de nuestro hijo, habríamos podido planear su nacimiento en un hospital especializado, con un equipo quirúrgico preparado desde el primer momento, sin improvisaciones, sin traslados de emergencia, sin diagnósticos de último momento y sobre todo que en el caso de baby Jose cada día oxigenaba y mejoraba sin ayuda de vía respiratoria, el comenzó con un casquito de oxígeno, que lo dejó al día siguiente y le fue colocada una via nasal respiratoria, y al cabo de otro día respiraba por si solo oxigenando al 98%, porcentaje aceptable y bueno dada a la condición que tenía.
Ya oficialmente habiamos pasado el 1er trimestre, y con cierto alivio ya que el porcentaje de perdidas en ese lapso es aterrado.. Las estadísticas sobre pérdidas en el primer trimestre del embarazo varían ligeramente entre fuentes, pero en general, se estima que aproximadamente entre el 10% y el 20% de los embarazos conocidos terminan en un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Fuente Mayo Clinic.
El segundo trimestre es de los más hermosos, porque sientes el alivio de que todo va bien, se empieza a notar la barriguita y no hay ningún tipo de síntomas, por lo menos en mi caso fue así. Yo sentía que podía tener mucha movilidad y nos encantaba salir de paseo. Nos animamos a ir comprando algunas de sus cosas sabiendo que nuestro bebé era varón y nos emocionaba mucho imaginar a nuestro hijo José Antonio con la ropita y los detalles.
Llega el momento de hacernos el eco 4D y por el examen , todo indicaba que venia un bebé fuerte, grande , fue la primera vez que vimos como era su carita. Empieza el debate de a quien se parece y la emoción de compartir con la familia como posó Josecito en las tomas, ese día nos indicaron que todo iba bien, que enviaramos copias de sus fotografias a nuestros familiares y por supuesto que así lo hicimos.

Un punto a destacar es que este eco 4D lo hicimos con una persona que nos refirió el ginecólogo-obstetra, que tenía de profesión ser «Radiólogo». Hoy con toda la información que manejamos, nos dimos cuenta de que esto fue otra omisión o yatrogenia cometida hacia nuestro bebé por parte del médico, en este momento debimos haber sido referidos a un especialista materno fetal. Conversando con otros médicos nos indicaron que esto a veces lo hacen para no perder el paciente, porque al momento en que el paciente se ve con un materno fetal ya no quiere regresar con el médico ginecólogo obstetra para el seguimiento del embarazo, lo que está muy mal porque con esta actitud niegan la oportunidad y el protocolo de que estos ecos los realice un médico materno fetal y puedan hacer las respectivas evaluaciones y diagnósticos.
No se trata de culpar, sino de visibilizar. Muchos médicos siguen sin solicitar estos estudios por desconocimiento, desactualización o, tristemente, por motivos económicos, al preferir realizar ellos mismos los ultrasonidos sin derivar a especialistas. Y mientras tanto, vidas como la de nuestro hijo quedan en riesgo.
Es muy importante que durante el embarazo la mamá sea evaluada por un médico materno fetal en los siguientes momentos:
- Primer trimestre: semana 11 a 13 para ver los riesgos de preclamsia y malformaciones. Revisión de flujo tricuspídeo, ductus venoso y dopler de arterias uterinas.
- Segundo trimestre, en la semana de la 18 a la 22, realizar estudio estructural, que evalúa anatomía del bebé, permite identificar posibles malformaciones congénitas y el desarrollo de los órganos viatales como el corazón, cerebro, columna vertebral, abdomen y extremidades. Además examina la placenta, líquido amniótico y cordón umbilical.
- Tercer trimestre, en la semana 32 para ver crecimiento y condiciones de nacimiento. Ecografía que evalúa la cantidad de líquido amniótico, posición del bebé y la localización de la placenta, así como también monitorear el bienestar del bebé.
Ninguno de estos estudios se nos fue referido, por ello insistimos en las omisiones que tuvieron con nuestro caso y lo triste es que sigue pasando, se siguen sumando más historias donde los médicos ginecólogos obstetras no refieren a un médico materno fetal, por eso la necesidad de crear conciencia y sensibilización a nuestro alrededor.
Esta sección de nuestra historia no busca generar miedo, sino brindar poder: el poder de estar informados, de hacer preguntas, de exigir estudios complementarios, de buscar una segunda o tercera opinión cuando algo no nos convence. Porque cuando se trata de la vida de un hijo, deseado, anehlado, querido y amado, cada dato cuenta.
Seguimos documentando cada detalle, leyendo cuentos por las noches, hablándole por su nombre. La conexión era absoluta. Todo apuntaba a que pronto tendríamos en brazos a un niño sano, fuerte y amado profundamente. Lo que no sabíamos —y que hoy entendemos con dolor— es que algunas condiciones congénitas, como el Drenaje Venoso Pulmonar Anómalo Total (DVPAT), no se detectan fácilmente en controles convencionales. Requieren estudios específicos como los antes mencionados, y sobre todo, ser remitidos a especialistas en medicina materno-fetal a tiempo. Nadie nos lo dijo. Nadie nos advirtió. Y esa omisión marcaría nuestra historia para siempre.
Continuábamos con los preparativos de recibir en casa a nuestro hijo José Antonio, por lo que comenzamos a preparar su habitacion, lo hicimos nosotros dos, sin ayuda de ningun decorador, todo lo hicimos con inspiración, entusiasmo y con ganas de que el nuevo integrante familiar, nuestro hijo Josecito fuera recibido como bien merece. Un dato curioso fue que sin planearlo coincidió con el «Día de San José». Cabe destacar que aqui se tuvo que hacer un lijado de pared, esto lo menciono porque mas adelante podrán sacar conclusiones, este lijado de pared lo hizo alguien externo, ya que Antonio hace de todo pero queriamos que esa pared corrugada por su forma natural , quedara completamente lisa para poder pegar papel tapiz y los apliques de la decoración. En su cuarto ya se empiezan a ver los regalos que íbamos recibiendo de familiares y amigos, que recibíamos cariñosamente y algunas cosas básicas para su cuidado que le pudimos comprar.




Durante el tercer trimestre es cuando generalmente la embarazada no tiene nauseas, mareos, ni ningun tipo de afeccion, apesar de que a mi no me dio ningun tipo de afecciones, fue un embarazo super amable sin ningun tipo de molestias, solo que Josecito se hacía sentir más y la barriguita empezaba a ser más grande y pesada, lo que impactaba en mi movilidad y equilibrio. Tuve muy pequeños síntomas con várices en mis piernas, pero el médico me decía que era normal, solo me indicó usar medías de comprensión media durante el día y seguir caminando. Regocijados de cada momento, de cada manifestación de nuestro hijo Jose Antonio, quien ya reconocía nuestras voces e interactuaba con nosotros a través de sus movimientos, incluyendo a veces despertarse o impresionarse por los ladridos de sus perritas. Habían canciones que parecían ser sus favoritas como la Sinfonía N° 9 de Beethoven para bebés, conocida como el Himno de la Alegría que lo activaba y se notaba se deleitaba al escucharla.
Celebramos de manera vitual un Baby Shower ambientado con el tema de playa, ya que es lo que más nos gusta hacer como pareja y soñábamos con llevar a nuestro hijo a conocerla. Este lo realizamos en el mes de abril ya que todo iba viento en popa, dado que se me dan un poco las manualidades, fui con Antonio a comprar material y me encargué de hacer algunos de los detalles de la decoración y recuerditos, cuidando los detalles. Fue una oportunidad que nos permitió conectar con gente querida, donde jugamos, nos divertimos con una clase de mixología que organizamos para nuestros invitados ¡claro que para la mamá se compro un vino sin alcohol! Fue un momento muy emotivo con familiares y amigos donde recibiamos muchas demostraciones de cariño para nuestro hijo. SIn duda un día que recordamos con mucho amor.









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