La llegada de José Antonio Jr.: un nacimiento lleno de amor Capitulo#4
Encantados de que ya se acercaba la fecha de recibir a José Antonio Jr, teníamos todo listo, no solo nuestras maletas con la clasificación de las mudas de ropa para Josecito por cada día y todo lo necesario para su higiene y cuidado, sino además los hermosos detalles que habíamos preparado para cuando fueran a concerlo, eran unos hermosos peluches de león, oso, elefante y conejo con su nombre y unas velas con fragancia de bebé. Les confesamos que al escoger las velas, nunca imaginamos que nuestro hijo venía a darnos tanta luz.

Se llegó el 10 de Mayo y pudimos festejar el día de las madres, fuimos todos a comer al parque de Chapultepec inclusive con nuestras mascotas, estábamos muy emocionados de que pronto íba a crecer la familia. El día estaba hermoso, soleado, los paisajes parecían una postal, por lo que aprovechamos de caminar y tomarnos algunas fotografías.

¡Llegó el día! El 21 de mayo de 2022, nos despertamos mas temprano de lo habitual a las 5:30 am, yo me dispuse a bajar las maletas de mamá, el backpack (morral o pañalera de baby jose) y mi maleta, ya en la camioneta tenia todo listo, instalado el Car Seat desde hace una semana, el coche de baby jose también armado ya en la habitación de la casa. Antes de salir le tomé una foto a mi esposa para recordar el tamaño de la barriguita antes de conocer a nuestro Príncipe hermoso.

El hospital quedaba muy cerca de casa por lo que llegamos bastante rápido y pudimos adelantar todos los trámites administrativos. Desirée tenía los pies y piernas un poco hinchados, el médico nos había indicado que era normal, por eso aprovechaba de apoyarlas en las maletas.

Nuestro doctor el que nos hizo todo el seguimiento desde el dia 1 que supimos que estabamos embarazados, llegó y al rato hicieron pasar a Desiree, ella se notaba muy serena, realmente las mujeres estan hechas de otra casta, son valientes y decididas, yo por mi parte estuve acompañandola mientras veía que hacian chequeos de signos vitales y la aplicación de la epidural, Desirée me comenta que no tuvo dolor o molestia, muy buena la mano del anestesiólogo. Ahora si, todo listo para el ingreo a sala de cirugía. Luego de todo, mi esposa me confesó que si estaba un poco nerviosa porque era su primera vez en un hospital, no sabía como era esa experiencia y todo lo que implicaba, pero en el fondo sentía calma y una paz que le decía que todo iba a estar bien, ella me dice que era como algo que le decía Dios o su Angel Guardíán.

A mi me llaman para sanitizarme, con un líquido, asumo para eliminar bacterias, luego pasé a ponerme cubre zapatos, bata, gorro y cubrebocas, el protocolo para ingresar a quirófano, y luego estuve un buen tiempo esperando, estaba nervioso, papá primerizo pasando de todo por mi mente, pero siempre positivo que todo sucediera con bien. Finalmente me hacen pasar al quirófano, alli vi a mi esposa acostada ella tenía una especie de cortina para que no pudiera ver que hacían los médicos, yo cuando entré si pude ver y me dije ¡Oh por Dios!, mejor miro hacia otro lado, ellos me indicaron donde colocarme y era justo al lado de ella, dándole tranquilidad, porque ambos queríamos ver al amor de nuestra vida, al niño que por espacio de 9 meses le cantábamos, le contábamos cuentos todas las noches, le indicábamos cuándo era la hora de dormir, mamá siempre le tocaba una melodía con el xilófono para arrullarlo y Josecito como buen bebé obediente se acostaba a descansar.
El anestesiólogo nos preguntó antes de pasar al quirófano que preferencia de música nos gustaba, nosotros para no complicarlo le dijimos que nos gustaba una canción que sentíamos que se la dedicábamos a Josecito, bueno era una entre muchas que le dedicábamos, y la cancion es de Alejandro Sanz y Camila Cabello, «Mi persona Favorita», estando ya en la sala se puso un playlist de alejandro sanz de todos sus hits, que buena onda es ese anestesiólogo.

Llegaba el momento y me dicen prepárate que ya viene su bebé , me levanté y encendí mi celular, voy a describir el momento: el doctor dice ya viene yo me encontraba bien, tranquilo, sereno, pero cuando vi ese regalo de Dios salir, comencé a llorar de la felicidad, nunca había tenido una sensación así, y en ese momento me dí cuenta que ya era papá, sin duda el momento más sublime y feliz de nuestras vidas, a las 10:49 de la mañana, llegaba al mundo nuestro hijo: José Antonio, mamá Desireé se sentía muy feliz, llena de dicha de sentir a ese bebesote en su pecho y yo me sentía el hombre más afortunado del mundo.
Ese día lo vivimos como el más importante de nuestras vidas. Estábamos preparados. Los corazones llenos de ilusión. Habíamos soñado con ese momento durante años, y finalmente lo estábamos viviendo.
Josecito pesó 3 kilos con 10 gramos y midió 48 centímetros. Un bebé hermoso, de mirada profunda y energía poderosa. El nacimiento fue por cesárea programada, ya que se había quedado en posición podálica (sentado) y no logró girar en las semanas previas.


Como parte del protocolo de su nacimiento, el equipo médico realizó el test de Apgar, con una valoración de 9. Sin embargo, detectaron una taquipnea leve (respiración rápida) y decidieron llevarlo a la incubadora neonatal para monitoreo. En principio, no parecía nada grave, habíamos leido que esto le podía pasar a los bebés que nacen por cesárea y solía tomar tres días la recuperación. A mí esposa la mantuvieron en recuperación debido a un efecto demorado con la anestesia, por lo que no pude verla sino hasta la tarde, tomó mucho tiempo que sus extremidades regresaran a responder con normalidad.
Desirée recuerda con claridad el momento en que Josecito escuchó por primera vez su voz a través de una videollamada que organicé desde la sala de cuneros. Aunque no podía tenerlo en brazos, sabía que la escuchaba. Le hablaba a través de sus gestos, de su respiración, de su fuerza. Fue un primer encuentro a la distancia, pero cargado de conexión, emoción y esperanza, algo que noté es que baby Jose a pesar de sus horas de nacido en la video llamada miraba fijamente hacia el recuadro de su mamá en el celular, es algo extraño porque ellos aún estan viendo borroso, pero si su atención se dirigia a ese recuadro.

Esa noche nos dijeron que tal vez lo subirían a la habitación a medianoche. Pero no fue así, su respiración seguía necesitando apoyo. Al día siguiente, mamá baja a verlo, cuando ya le autorizaron se podía levantar. Allí estaba, en su incubadora, con sus ojitos abiertos y atentos, y al tocarlo, le aferró el dedo con su pequeña mano. No la soltó. No necesitaba palabras: ese gesto decía “mamá, estoy aquí, contigo”.

La situación, sin embargo, comenzaba a extenderse más de lo habitual. Su taquipnea no cedía del todo, y aunque los signos vitales eran estables, los médicos decidieron hacer un traslado a otro hospital con mayores recursos, ya que en el que nos econtrábamos era muy nuevo, necesitaban realizar un ecocardiograma y descartar cualquier complicación cardíaca.
Apenas comenzábamos a conocer a nuestro hijo y ya nos enfrentábamos a decisiones médicas, trámites, traslados, incertidumbre. Pero en cada paso, el amor seguía guiándonos. Sabíamos que José Antonio venía con una fuerza única, con un propósito que empezábamos a vislumbrar.
Ese primer fin de semana como padres no fue como lo imaginamos: sin nuestro bebé en su cuna en casa, con el silencio de madrugada sin nuestro bebé en brazos. Fue en pasillos de hospitales, entre extractores de leche y llamadas médicas. Pero también fue el inicio de una historia de amor incondicional que marcaría nuestras vidas para siempre.
El lunes 23 de mayo nuestro bebé toma su primera ambulancia, porque el hospital donde nació era muy nuevo y solo tenía neonatologo por horas del dia y no permanente como debió ser, por lo tanto nos fuimos a un hospital hermano de donde nació nuestro bebé que en teoría tendria todos los aditamentos necesarios para hacer cualquier descarte que nos habia solicitado hacerle el médico neonatólogo y pediatra. Dato curioso es que Josecito antes de abordar la ambulancia se estresaba muchisimo y más por ser un recién nacido, pero al momento de que la ambulancia encendia las luces y la sirena, era como sinfonía para él, se tranquilizaba todo el trayecto, lo disfrutaba a tal punto que hasta se quedaba dormido.
Llegamos al Hospital, yo en la ambulancia con una doctora pediatra, dos miembros de apoyo y mamá era trasladada por José el esposo de la futura madrina de baby Jose, Carolina, ya que solo tenia dos días de haber tenido una cesaria y levantar la pierna para subirse a una ambulancia era contraproducente. Trabajamos en equipo, yo me encargaba del papeleo de ingreso a el Hospital y mamá en la parte de cuneros donde estaría ingresando nuestro bebé, sin perderlo de vista en ningún momento. Es bastante estenuante esto ya que conlleva muchos trámites de ingreso con el seguro. Una vez terminado los mismos, fuimos a casa a descansar solo por unas 2 horas para poder regresar a la hora de visita , nos turnamos desde un principio y sin pensarlo mucho yo lo visisitaria en las mañanas que era de 10 am a 11 am. y Desireé en las tardes de 16:00 a 17:00 horas. Al dia siguiente, era un dia martes cuando tocó la visita de Antonio a Josecito pasó algo increíble, a él le habian colocado en una especia de cápsula con una luz morada , el tenia unos lentecitos para que la luz no le molestara , me comentaron que era para descomponer la bilirrubina, pero lo más asombroso, son las señales que nos empezó a dar Josecito, cuando papá llega él tenia la mano levantada y con sus deditos mostraba el #3, como esas señales que te dice, ahora somos tres.

Este martes a baby Jose le practicarían un ecocardiograma luego de mi visista, solicitado por el neonatólogo pediatra con el objetivo de hacer un mero descarte a una suposición y ya finalmente poder irnos a casa con nuestro regalo de Dios, y ese mismo día en la tarde después del resultado arrojado nos informa el pediatra , que nuestro bebé nació con una condicion llamada Venas anómalas pulmonares mixtas, una rara condicion cardíaca, pero que el creía que ese informe podría estar errado, ya que nuestro bebé cada día estaba mas grande, mas fuerte, sin cianosis y que para estar seguros era mejor practicarle otro examen llamado angiotag. Este estudio consistia en colocar contraste y poder ver mejor con máxima resolucion si el ecocardiograma estaba errado con su informe. Como el Hospital donde estábamos no tenía ese aparato tan sofisticado, tuvimos que realizar otro traslado en ambulancia a un Hospital Infantil Privado (HIP), que tendría el dichoso aparato para hacer el descarte, ya seria el segundo traslado en ambulancia de nuestro bebé, más papeleos y trámites adminisitrativos, pero lo positivo de todo esto, era que baby Jose disfrutaba esos traslados, era increíble que cuando nos montábamos a la ambulancia todo era llorar y mira que Josecito era campeón en esa área, pero al momento de encender la coctelera y la sirena, Josecito se relajaba y disfrutaba ese paseo, yo me dije dentro de mi, aJosecito van a gustarle mucho los autos como su papá, porque adoraba estar de paseo.
Llegábamos al Hospital HIP realizamos el registro, de eso me encargaba y Desirée iba con nuestro bebé el área de Terapía Intermedia, una de las grandes satisfacciones empezó en ese traslado, como la oxigenación de baby Jose era óptima, le dan el Ok para amantarlo, una experiencia sublime, y baby Jose empezó succionando unos 10 minutos , y luego a las horas 15 minutos y cada vez iba subiendo su condición , era como un ejercicio cardiovascular para él, cada vez tomaba más resistencia hasta que ya se quedaba hasta los 50 minutos succionando, el cambio en él fue radical , ya que empezó a tomar un tono de piel muy hermoso, empezó a ponerse muy guapo. Era un momento de conexíon madre e hijo, a veces no eran necesarias palabras, solo mirarnos y estar piel con piel, si dejar de ver el monitor para asegurar que todo estuviera bien con nuestro hijo, sus frecuencias cardíacas y oxigenación.
En esta parte de esta historia, al momento de que mi esposa darle de comer a Josecito, ocurrió algo inédito, estaba succionando su lechita y de repente se ha destetado para alzar sus brazitos con un gesto de satisfacción, como extasiado de lo que disfrutaba, Desireé me cuenta esta experiencia y hemos coincidido que era tal el éxtasis que le pusimos a ese momento el borrachito de leche, Josecito era muy expresivo y ya daba muestra de su caracter de como sería en la vida, en esta foto ya tenia 5 dias de nacido y miren lo grande que ya estaba, es uno de esos momentos atesorados que me hubiera gustado vivirlo los 3 juntos.

Se llegó el momento de practicarle el angiotag, recuerdo que nos dijeron que nos fuéramos a descansar a casa, que sería algo sencillo, que no nos preocupáramos, pero Desirée inisistió en estar presente , el estudio se lo practicaron a las 10:45 pm. ¿por qué esa hora? hasta el día de hoy nos seguimos haciendo la misma pregunta, baby jose era muy enérgico, y esa área era muy fría el estaba molesto, porque ya era casi la hora de amamantarlo y llevarlo a realizarle esto que conllevaba estrés para él, para tranquilizarlo el enfermero le infló un guante quirúrgico y se lo dió para que lo usara como chupón.
Nosotros estuvimos con él durante el examen, no fue extenso, fueron unos 25 minutos, cuando salió la persona especialista a cargo del estudio, nosotros como aún no entendiamos la gravedad del mismo, esperabamos que ella nos dijera: listo ya pueden hacer su papeleo para retirarse del hospital , todo está bien, pero no fue así, recuerdo que la cara de ella era como de preocupacion y a la vez esquiva, le digo: si podía darnos el dictamen queremos irnos a casa y ella dice que el dictamen seria referido al pediatra que al día siguiente él hablaría con nosotros, yo me pregunté porque tanto formalismo, nuestro bebé se ve bien, está durminedo bien, sin apoyo de ningun tipo.

Mamá Desiree le dió su toma de leche a las 11 pm y luego nos retiramos a casa a «descansar » porque realmente mamá se succionaba leche cada 3 horas para que Josecito nunca quedara sin su alimento y no le dieran formula, que se me olvidó compatir la dieron en una oportunidad en el primer hospital y le cayó tan mal que tuvieron que hacerle un lavado estomacal de lo malito que se puso, por lo tanto mi esposa como mamá responsable le tenía su reserva de lechita resguardada en el congelador. Sentíamos que a pesar de todo lo que sucedía a nuestro alrededor que no entendíamos, amamantarlo era la más hermosa manifestasión de amor para darle gotitas de leche que le daban fuerza cada día y nos ayudaba de algún modo a protegerlo, nuestro Príncipe gran regalo de Dios.


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